EL PASO DEL TIEMPO

Cuando las ultimas horas del siglo XXI están a punto de acabar, reflexiono sobre la vida que he llevado y lo poco que queda de ella. Recuerdo unas palabras de un entrenador ya fallecido, que decía algo  como "cuanto más tiempo duran las victorias, más cerca se esta de la derrota" El paso del tiempo es igual, "cuando más vives más cerca estas de la muerte". Y lo peor de todo, cuantas personas queridas se han ido de mi lado en este periplo interminable.

Pero no quiero parecer negativo, cuando uno llega a vivir durante tres siglos no tiene más que estar agradecido a dicho paso del tiempo. Las experiencia vividas se recuerdan en la cabeza, algunas con mayor claridad que otras, pero todas con la misma ilusión y añoranza como si hubieran sucedido hace escasos días. Su recuerdo huele a  añejo, a antiguo, a foto en color, bueno, y alguna hasta en blanco y negro. Recuerdo aquella de mi niñez, en la casa de mi querida Cuenca con aquel cochecito de pedales , seguro que estará en algún escondrijo del maldito trastero. 

Por ese si que no pasa el tiempo. Hoy en día la nube ha condensado la gran mayoría de recuerdos de nuestra vida, los hologramas conservan casi perpetuos infinidad de materiales que en otras pocas se conservaban en cajas, archivadores y maletas. Ser de otro siglo hace que vivas en dos mundos y conserves parte de ambos, como mi querido trastero. Hace tiempo que no bajo a él, tiempo que no disfruto de su aroma, que no realizo una búsqueda en profundidad de objetos queridos, es el único que me señala lo que el paso del tiempo ha marcado mi vida.