Capítulo 7.- Sobre el Enfrentamiento DIRECTO E INDIRECTO.
El equipo tiene que estar
preparado para el día del partido, los jugadores han de estar concentrados en
el plan que se ha diseñado y atentos a recibir órdenes que les ayuden en el
transcurso del mismo.
El enfrentamiento cara a cara
contra otro equipo puede ser la cosa más divertida o pasar a ser la más ardua jamás
realizada. La dificultad estriba en convertir las dificultades que se presentan
en ventajas. Tener una planificación que se siga y que se modifique en los
momentos oportunos hace que se acorten las distancias para conseguir la
victoria. El modelo de juego nos habilitará en los entrenamientos sobre los
elementos a enseñar, la progresión que llevaremos a cabo, los sistemas que
propondremos, las variantes, y un sinfín de trabajo que cuando más organizado
lo tengamos mejor resultado nos aportará.
Para el entrenador metódico el
JUEGO PUEDE SER DIVERTIDO, para los que no lo son, puede llegar a convertirse
solo en una cuestión de azar.
Nuestros jugadores han de llegar
contentos al entrenamiento, animados, dispuestos al trabajo y hemos de
mantenerlo durante el mayor tiempo posible de la temporada. Tendremos momentos
de bajón y de euforia, pero nosotros entrenadores tendremos que orientar y
focalizar dicha actitud. Pensar todos una cosa, ellos empezaron motivados en
este deporte, cuando aparecieron por primera vez por el polideportivo venía con
muchas ganas e ilusiones y el tiempo nos hace que los entrenadores mantengamos
dicho entusiasmo. Somos nosotros los que tenemos como misión el mantener esta
actitud, ellos ya la traían y la tenían, no podemos desperdiciarla. Nunca
sabemos dónde puede aparecer el talento y no estamos para desperdiciarlo.
El tiempo no juega en favor de
los entrenadores. Hoy en día el compromiso es un valor en extinción y en cuanto
aparecen las primeras dificultades o problemas el jugador abandona. Son como
esas tropas que ven lejano la batalla con el enemigo, se cansan de esperar y
entran en desidia y desorden. Eso provoca deserciones y abandonos durante el
tiempo de espera.
Tampoco la situación social de
nuestros jóvenes aprendices ayuda a los equipos. En una sociedad donde consigo
lo que quiero casi de inmediato, el aprendizaje conlleva un tiempo que en
muchos momentos supera las expectativas de nuestros jugadores. Es por esto, que
el entrenador a de fomentar estrategias que mantengan el entusiasmo en el
grupo, tanto individual como grupal. Lo llamaremos GESTIÓN DE GRUPO.
Es por ello que tenemos que
enfrentarnos de forma directa e indirecta a nuestro rival. Durante la semana en
los entrenamientos de una forma indirecta, sin tenerle presente en el campo,
pero si en los trabajos a realizar. Hemos de preparar al equipo simulando lo
que puede suceder el día del partido, no solo e juego rival, sino el propio
nuestro.
Nos va ayudar que tengamos un camino
muy metódico, organizado desde el principio, con un buen análisis y evaluación
previo. Esto nos proporcionará muchas ventajas en el día a día.
Sun Tzu indica que es necesario
para combatir estar equipados, tener provisiones y tener dinero. Podemos transformar
esta idea en las siguientes líneas.
La temporada es larga y muchos
terminan por convertir los entrenamientos en rutinas, ejercicios monótonos, sin
pasión, donde la ilusión de los jugadores va decreciendo según pasa los
minutos. Por eso hay que dosificar y colocar bien las cargas de trabajo.
Priorizar el nivel de exigencia según los momentos del año y apretar cuando los
objetivos sean visibles.
Todos conocemos entrenadores que
todos los partidos los hacen ganables y los más importantes de la temporada.
Los jugadores no son tontos. Aunque luchan y compiten en cada partido ellos
saben la dificultad que tiene cada uno de ellos. Mejor que la victoria hay
partidos que tienen otros objetivos menos difíciles: pasar de veinte en algún
set, conseguir un set, dejarlos a menos de veinte, etc. Cuando tu comienzas una
larga marcha caminando es difícil no cansarse en algunos momentos, algunas
veces físicamente y otras mentalmente. Eso pasa a lo largo de la temporada.
Recuerda “nadie va a un
Campeonato de España en el mes de septiembre”, aunque es verdad que si elijes
un mal camino puedes comenzar a perderlo en ese mes.
Como vamos a enfrentarnos
directamente con nuestros rivales hemos de conocerlos, saber dónde juegan, sus
horarios más habituales, su formación inicial, modelo que desarrollan en la
pista, estrategias, cambios que introducen, jugadores con mayor talento y un
sinfín de detalles que son importantes para el día del enfrentamiento contra
ellos. Toda esta información complementa el trabajo a desarrollar durante la
semana. Pero no olvidaros que nosotros también jugamos, luego hemos de trabajar
también lo que nosotros vamos a desarrollar ese día. Hemos de buscar un
equilibrio entre lo que vamos a realizar nosotros y lo que no vamos a dejar que
ellos hagan.
Por eso es muy importante a
principio de temporada:
- · Estudiar el calendario.
- · Evaluar equipos y fechas.
- · Estimar dificultades/posibilidades.
- · Armar un PLAN.
Ahora es el momento de que
“todos” los componentes de tu equipo tengan un rol durante la temporada, y obtengan
sus debidas recompensas, el no obtenerlas dividirá al equipo y debilitará
nuestras opciones de victoria. Hay que encontrar hueco en el juego para todos
ellos, hay suficientes partidos oficiales y si no añadimos más amistosos.
El jugador no está contento con
disputar los puntos de la basura, aquellos donde la victoria o derrota ya está
decidida. A esta parte de la Gestión de
Grupos la llamaremos “OJOS Y OIDOS”.
Cuando un equipo mira y escucha en la misma dirección, mira y escucha las
instrucciones del entrenador, entonces el camino hacia la victoria ha
comenzado. Con ello consigues que no aparezca ni el caos, ni el desorden, ni la
confusión ni el desánimo.
Hemos de confiar en ellos si
queremos que ellos confíen en nosotros.
En la guerra esto sería dividir
al enemigo quitándole la línea de provisión de alimentos. El ejército se verá
mermado y el abandono empezará entre sus filas. Nuestro alimento es el juego y
la participación de los jugadores en el día del partido. Cuanto más juegas más
te alimentas, cuanto menos más hambre tienes. La división se establece entre
los titulares y suplentes.
Pero esto ha de realizarse
durante toda la temporada, no puede ser “UN
EFECTO GASEOSO” para contentar a jugadores enfadados. Entonces el desorden
será mayor y la posibilidad de derrota aumentará. Es por ello importante la
idea de FIRMEZA DE CORAZÓN: Piensa
con el corazón, pero actúa con la cabeza.
“A menos que tu corazón este
totalmente abierto y tu mente en orden, no puedes esperar ser capaz de
adaptarte a responder sin límites, a manejar los acontecimientos de manera
infalible, a enfrentarte a dificultades graves e inesperadas sin turbarte,
dirigiendo a cada cosa sin confusión”. SUN TZU.
El entrenador tiene que tener un
sentido de la TRANQUILIDAD y la TEMPLAZA extraordinaria. El tiempo no ayuda
muchas veces, pero como dice un refrán “EL TIEMPO LO CURA TODO” …..a no ser que
ya esté muerto.
Tendremos que dominar nuestra
fuerza para pasar inadvertidos ante el enemigo, EL ENGAÑO de nuevo. Esperar
tranquilos a los nerviosos, demostrar comodidad cuando el enemigo sufre fatiga
y no caer en la provocación cuando ellos están desesperados.
- Nos tiene que ayudar las siguientes ideas:
- · No aprietes a un rival que da por perdido el partido, solo puedes conseguir enfadarlo.
- · No ahogues la fuerza de tus jugadores, sigue fomentando su entusiasmo y compromiso.
- · Tener cuidado con los cambios en el rival, pueden llevar a relajación en tu propio equipo.
- · Muestra respeto en todo momento por tu rival, enséñale una salida honorable a su derrota.
La desesperación es una mala
compañera de viaje en las confrontaciones. Cuando el equipo rival no sabe qué
hacer y se ve acorralado, entonces puede hacerle aumentar su fuerza debido al
caos que se produce. La perspectiva que tenemos entonces del equipo es distinta
a la que se tenía en momentos anteriores, aparece lo que conocemos como “MORIR
MATANDO”. Hemos de mostrarnos cautos en ese momento y “NO MOLESTAR A LA
BESTIA”.
6. Sobre lo Lleno y lo
Vacío.
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