En busca de un sentido en la vida.

Cuando el 11 de Marzo del 2020 nos confinaron en casa para evitar la propagación de la COVID-19 no pensaba que esta pandemia llegaría hasta finales de año. Parece increíble, pero así es.  Y no sabemos si esto continuará, como esas serie que tanto me he acostumbrado a ver durante este tiempo de espera lenta en casa.  

En estos meses hemos visto lo mejor y lo peor de esta sociedad, la solidaridad demostrada en ciertos momento, pero la insolidaridad en otros. La alegría y la tristeza de las familias, la positividad o negatividad de las personas, el avance o retroceso de la economía, la creación y destrucción de empleo, etc etc.

Es además un tiempo donde la reflexión personal ha tomado una gran importancia, ya que la comunicación in situ con el resto de personas se ha perdido y ese contacto cercano ha desaparecido. La mascarilla y la distancia de seguridad esta presente en nuestras vidas y creo que ha llegado para no marcharse en mucho tiempo.

Todos y cada uno de nosotros tenemos una opinión sobre lo sucedido, nos hemos creado una imagen de lo que hemos ido escuchando, oído e informándonos , pero al final la duda nos asalta a la mayoría.

Igual que las empresas se han tenido que reinventar en sus sistemas de producción, nosotros las personas también tenemos que reinventarnos para seguir adelante en esta batalla contra "el bicho".

Para esta reflexión voy a citar dos ideas del libro de Rosa Montero "Historia del Rey Transparente"


que dicen así:

"Pero la verdadera nobleza, ahora lo sé, es esto. Es caminar toda tu vida con pasos atinados, con pasos que te salen del corazón; es que tus actos estén de acuerdo con tus ideas, aunque el precio sea alto. Mi viejo amigo tenía razón: tus últimos días sobre la Tierra son el momento de la gran verdad. Un final decoroso confiere dignidad y sentido a una existencia entera"

" Qué extraños somos los seres humanos: en cuanto logramos aquello que tanto ansiábamos, aquello por lo que hubiéramos dado nuestra vida  entera, ese objetivo deja de sernos suficiente y pasamos a anhelar otra cosas más".

Estas dos ideas tienen mucho que ver con la forma en que YO afronto el sentido en la vida.

Creo que hoy que el mundo es tan cambiante, globalizado e incierto, tienes que marcarte objetivos que te hagan tener un camino que recorrer, unas metas que alcanzar y unas ilusiones que cumplir. No tienen que ser lo que los demás esperan, son las que tu necesitas. Pueden ser pequeñas o grandes, fáciles o difíciles, no importa, pero lo verdaderamente importante es que te llenen a ti. De esta forma la vida cobrara un sentido y por lo tanto, una búsqueda continua de pequeños objetivos.

Es verdad que mucha gente no necesita de esos objetivos, la propia vida se los va proporcionando, el trabajo, la familia, las amistades, le van llevando por el tiempo sin ningún tipo de búsqueda. Un pequeño hobbie en algún momento, unas vacaciones en ese lugar mágico o un viaje sorpresa, llena su vida de energía para continuar  avanzando sin preocuparse de nada.

Pero no es lo normal. En una sociedad donde las enfermedades mentales cada vez crece más ( angustia, estrés, depresión, ansiedad, etc) la búsqueda de un sentido en la vida es un objetivo fundamental para nuestra calidad de vida.

Es por ello que coincido en la primera idea, PENSAR CON EL CORAZÓN.  Vamos a vivir muchos años y si nos traicionamos desde jóvenes, nos veremos abocados al fracaso rápidamente. No quiere esto decir que nos volvamos locos, pero como diría el Dragón del libro, ¿por qué pensamos tanto en la muerte el humano? Pero si al final va a llegar, somos mortales.

Hay que ser coherentes con nuestras ideas, pues si las traicionamos, nos traicionaremos a nosotros mismos.  Y eso es lo ultimo que tiene que pasar. Muchas personas se sienten defraudadas por sus propias vidas, lo que querían haber sido y lo que en realidad fueron. Y muchas veces no fue por no poder, les peso y mucho el llevarlo acabo, el contradecir a alguien, en pensar que no lo conseguirían, en muchas otras reflexiones de la cabeza que apagaron el FUEGO DEL CORAZÓN.

Y muy de acuerdo con la segunda, NUNCA ESTAMOS CONFORMES CON LO CONSEGUIDO y la avaricia rompe el saco (referida también a economía del pensamiento y de la vida). Tenemos que disfrutar de lo que tenemos, repasar de vez en cuando lo conseguido,  y perseguir cada vez ilusiones más imposibles o peligrosas. 

Con esto no quiero contradecir la idea de luchar constantemente por los objetivos propuestos, que va. Hemos de seguir confiando en nuestro instinto, pero hay que tomarlo con calma. Establecen un plan de vida, un liderazgo e ir cumpliendo items según la previsión. No podemos lanzarnos atropelladamente a cualquier aventura, a no ser que el CORAZON lo necesite.

Esa es la dificultad para mi, de buscar un sentido a mi vida, combinar estas dos ideas que tan bien describe Rosa Montero.

PS: En mi caso he vivido al filo de la navaja durante muchos años, con impulsos constantes marcados por el corazón. Como profesor acabo de cambiar de IES después de 7 años. Necesito aventuras nuevas , soy de culo inquieto y mientras me rodeo de compañeros que llevan 20 o 25 años en el mismo lugar, yo no puedo con ello. Pero en el voleibol soy igual, incansable, nunca tengo suficiente, y eso me esta matando últimamente. Necesito descansar, tomar un respiro y buscar nuevas aventuras. El corazón ya no guía ese destino y eso es fundamental.

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