Capítulo 4.- Sobre la medida en la Disposición de los Medios.


Ya hemos comentado que uno de los principios para conseguir la victoria es tener mejor talento que nuestro rival. Pero eso no es suficiente. Si nuestro mejor jugador está más preocupado por su juego que por el de su equipo, poco podremos hacer para llevarnos la victoria.

Creemos que nuestro líder tiene que poseer ciertas cualidades que le hagan invencible ante el resto y no es solo su juego. Necesitamos de lo siguiente:
·         Generosidad. En ayudar al resto del equipo.
·         Humildad. Para saber cuándo no está siendo su partido y dejarse aconsejar.
·         Compromiso. El equipo es lo primero.
·         Constancia. En el trabajo diario y en todos los puntos del partido.
·         Entusiasmo. Tiene que ser positivo ante la adversidad. Dar ejemplo al resto.
·         Cohesión. Sobre el grupo, uno para todos y todos para uno.
Cuando un buen líder consigue esto es mucho más fácil disponer de los medios con los que contamos, ya que podemos dar las instrucciones de una forma más clara y concisa. Además el equipo mostrará orden, no se verán fallos que pueda aprovechar el rival y por lo tanto parecerán invencibles ante el juego del rival.

“La victoria puede ser percibida, pero no fabricada”.

De lo que únicamente podemos estar seguros, es de que una mala disposición de nuestros jugadores nos lleva irrefutablemente a una derrota segura. Mientras que un buen planteamiento técnico-táctico no nos asegura la victoria al cien por cien. Combatimos contra un rival que también se prepara para enfrentarnos a nosotros.

La invencibilidad esta en uno mismo la vulnerabilidad en el adversario. En nuestro concepto se es más invencible en cuanto mejor defensa tiene uno y se es más vulnerable en cuanto los errores son mayores. Oímos mucho en el fútbol que “la mejor defensa es un buen ataque”, ojo UN BUEN ATAQUE. Muchos equipos salen derrotados por atacar mal, cometer muchos errores no forzados, y son ellos los que tienen que valorar dicho dato.

En categorías inferiores (alevín, infantil y hasta primer año de cadete) la inestabilidad en el saque y el ataque hacen que la victoria sea más de aquel que comete menos errores, que de aquel con mayores aciertos. El talento y la práctica de los jugadores hace que dicho ratio se reduzca y empecemos a valorar dichos gestos como pilares de nuestro juego.

Aun así, hay equipo juveniles y senior que parten de una GRAN DEFENSA (saque poderoso y difícil de puntuarles con el ataque) para establecer principios de victorias con un ataque normalito (generalmente basado en balones fintados y liftados). Es una forma de alcanzar la victoria donde no hay forma (más errores del contrario que aciertos tuyos).

Cuando tienes que utilizar estrategias, no del todo legales, para conseguir la victoria, esta queda siempre deslucida. No es el caso cuando se utiliza ante rivales superiores o cuando estos entraron primero en dicho juego. En ese caso el equipo tuvo que adaptarse a las circunstancias, y donde el juego no llegaba el reglamento nos ayudaba.

Comentamos en este momento, que el equipo tiene que tener carácter para enfrentarse a los rivales. Que algunos de ellos pueden tener como característica principal de su juego, esa agresividad que le imprime el jugar al cien por cien y que debemos contrarrestarla. No queremos un enfrentamiento dialéctico en la red, pero tampoco reusaremos el cuerpo a cuerpo. Hemos de tener claro que siempre en nuestro propio beneficio y en perjuicio de ellos.

NO HAY SUERTE EN LA VICTORIA,

no existen las casualidades, todo depende de EVALUAR + PREPARAR + DISEÑAR para la competición. Tienes que buscar las debilidades del adversario, trabajando en que el no encuentre las tuyas. Es fácil muchas veces ganar encontrando pequeñas sutilezas en el juego, ese es nuestro objetivo. Es por eso que en nuestra filosofía incidimos mucho a jugadores y técnicos en “LAS 4 PALABRAS”: TRABAJO + CONSTANCIA + PASIÓN + ILUSIÓN.

Esto se complementa con DISCIPLINA + CONFIANZA +RESPETO + LIDERAZGO.

De nuevo SUN TZU nos indica “un ejército victorioso gana primero y entabla batalla después, un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después”. Esta es la diferencia entre los que tienen planificación y los que no tienen planes.

Para todo esto hay que tener un CAMINO, en nuestro caso nuestro MODELO DE JUEGO. Él nos aleja de la derrota, no cayendo en errores antiguos o repetitivos. Necesitaremos de cinco reglas:
  • MEDIR. La situación en que nos encontramos según la clasificación. El momento de la planificación y el mes.
  • VALORAR. Como se encuentra el equipo a nivel Técnico-Táctico-Físico y emocional, así como los rivales.
  • CALCULAR. El margen de mejora que tenemos, el tiempo de trabajo que hay y la progresión a alcanzar.
  • COMPARAR. Con otras temporadas o con los rivales más cercanos.
  • GANAR. Entrenar a tope siguiendo nuestras las 4 palabras, preparándonos para evitar la derrota.

Disponer los medios es también enseñar unos VALORES a nuestros jugadores, prepararlos para ese difícil camino y fortalecerles en la práctica de este bello deporte llamado voleibol. Estos serían:
·         Disciplina de los jugadores del equipo.
·         Confianza en el entrenador.
·         Respeto dentro del equipo.
·         Líder carismático.
En consecuencia, un equipo victorioso es como un kilo comparado con un gramo, el derrotado es cómo ve el gramo al kilo. Decimos que los equipos victoriosos entran en una dinámica positiva, pues casi todo lo que hacen se convierte en punto.

Hemos pues de conseguir que los medios de que disponemos se conviertan como el agua, que cuando está acumulada en una presa o cañón, está tranquila, ordenada y dispuesta para la batalla. Nadie puede medir su profundidad ni su peligro, hasta que de repente se suelta el agua.

 El agua entonces se convierte en irresistible, igual que el juego de nuestro propio equipo.



     5.    Sobre la Firmeza


Comentarios

Entradas populares de este blog

La historia EGB, BUP y COU

En la vida, primero tienes que dar para poder recibir. Doña Trinidad Alfonso Mocholí (1911- 2006)

El Síndrome de los seres atormentados.